Cualquier emprendedor sabe que tiene que planificar adecuadamente su actividad y sus necesidades. Cuando nos embarcamos en una aventura empresarial se deben tener claras las líneas estratégicas que marcarán la actividad y la mejor forma de concretar estas ideas es plasmándolas en una serie de objetivos concretos y alcanzables que nos sirven para crear el Plan de Negocio, nuestra guía en la operativa diaria.

La correcta identificación de las necesidades supone uno de los aspectos más importantes y trascendentales en la planificación financiera de cualquier empresa. Es preferible dedicar tiempo a identificar dichas necesidades correctamente que convertir la actividad cotidiana en un “apaga-fuegos” que nos llevará, además, a tener elevados gastos financieros provocados por negociaciones desfavorables y precipitadas.

De los elementos necesarios para desarrollar un plan financiero los fundamentales son:

  • La inversión que requiere la empresa en nuevos activos
  • El grado de apalancamiento financiero
  • La liquidez que se requiere de forma continua
  • El efectivo a pagar a los inversores y accionistas

La planificación financiera tiene en cuenta las líneas de negocio, las estrategias de producción y de comercialización, las proyecciones de ventas, las opciones de financiación, el crecimiento esperado, la estacionalidad de los ingresos, etc. y plasma todo esto en unas necesidades de fondos y en unos ingresos, proyecta las consecuencias futuras de las decisiones presentes, decide las alternativas a adoptar y compara el comportamiento posterior con los objetivos establecidos en el plan financiero. O dicho de otra manera, elabora los pronósticos y metas económicas y financieras a alcanzar tomando en cuenta los medios que se tienen y los que se requieren para lograrlo y posteriormente verifica la eficiencia de cómo se hizo para dar a la empresa una buena idea de su coordinación general de funcionamiento.

Hay tres elementos que son clave en el proceso de presupuestación financiera de una empresa:

  1. El presupuesto de capital
  2. El presupuesto de explotación
  3. El presupuesto de tesorería

El presupuesto de capital es básico para cualquier nueva empresa pues evalúa y selecciona las inversiones a largo plazo alineadas con la estrategia y con la meta de la empresa recogiendo en términos monetarios la diferencia entre la previsión presente y futura de inversiones y los recursos financieros previstos para realizarlas. Un presupuesto de capital mal realizado puede traer consecuencias muy graves para la empresa, del mismo modo que un presupuesto de capital efectuado de forma correcta le puede traer muchos beneficios. Una mala decisión al invertir en los activos puede significar la diferencia entre una empresa exitosa durante varios años y una empresa con dificultades para sobrevivir. Es importante indicar que en su elaboración no debe de intervenir solamente el Financiero, sino que es un compromiso común con el propio emprendedor.

El presupuesto de explotación es el más básico pero igualmente importante ya que es la mejor previsión que puede realizar una startup de sus planes a corto plazo y está basada en el conocimiento que tienen los creadores de la empresa de lo que esperan que ocurra durante un periodo de tiempo útil. Sirve para llevar un control exhaustivo del funcionamiento de la empresa para tomar las decisiones adecuadas. Recoge la previsión de los objetivos que se esperan alcanzar en la explotación del negocio en términos económico-financieros, normalmente de forma anual y enmarcada dentro de la misión a largo plazo de la empresa. Para su elaboración es necesario determinar los recursos que se esperan consumir y obtener en ese periodo, es decir, es necesario elaborar previamente los presupuestos de ingresos, gastos, producción, compras y resultados.

El presupuesto de tesorería es el instrumento que permite hacer las previsiones a corto y medio plazo. Su finalidad es conjugar para un periodo futuro los cobros y los pagos determinando si se puede hacer frente a los pagos con los ingresos obtenidos en ese plazo, y en el caso de que se produzcan desajustes tomar las medidas correctoras.

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En los primeros años de actividad de una empresa se producen dos hechos que son determinantes para su continuación y que deben de quedar reflejados y controlados en el presupuesto de tesorería: la estacionalidad de los cobros y la dificultad de conocer los plazos reales de los cobros de los clientes. Como los presupuestos de tesorería se elaboran a partir de hipótesis, es conveniente variar las mismas para situar diferentes resultados lo que facilitará la definición del margen de seguridad más acertado.

El control y seguimiento de la tesorería en una startup o pyme debe ser un ejercicio de gestión permanente que permita anticipar las posibles fluctuaciones de flujos de fondos, Para que el presupuesto de tesorería sea realmente efectivo debe deberá ser actualizado continuamente para realizar regularmente el análisis del presupuesto de efectivo.

Conviene recordad siempre que una empresa puede generar beneficios pero morir por falta de liquidez.

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